"VIVE"
Vivir tu vida, vivir el presente, vivir con calma, vivir dando vida. Y tú, ¿cómo vives?
VIVE EL PRESENTE
Es bueno aprender del pasado, pero sin anclarse en los recuerdos. Es bueno proyectar hacia el futuro, pero sin aferrarse sólo a lo que vendrá. Vivir el presente es llenar de vida cada nuevo día . Y ¿cómo es eso posible?
Dando vida y plenitud de sentido a cada momento , a cada instante. Agradeciendo cuando abres los ojos cada nuevo día, saboreando el café de la mañana, saludando al primero que te cruzas en el día (¡y también al último!), sonriendo al que tienes a tu lado (aunque te cueste un poco), dejando que tus sentidos se empapen de tu realidad (quítate los cascos, mira a tu alrededor).
Deja que el presente te hable. Deja que todos tus sentidos capten el instante. Abraza tu presente. Abraza tu realidad. Es HOY . Ni ayer ni mañana. El día de hoy es el que tienes entre tus manos. Es tu oportunidad, es tu desafío, es tu responsabilidad, es tu regalo. ¿A qué esperas?
VIVE TU VIDA (no la de otros)
Te lanzamos un desafío: calcula la cantidad de cuentas/personas a las que has visto hoy a través de las redes (casi que se nos pierden los números, ¿verdad?). ¿Qué es lo que cada una de ellas ha aportado a tu vida? Y ahora… ¿con cuántas personas off line te has cruzado hoy? ¿Sabes algo más de ellas? Vamos un poco más allá… ¿has enriquecido sus vidas con la tuya?
Alguien alguna vez dijo “La vida es aquello que sucede mientras tú te empeñas en hacer otros planes”. Además de vivir el presente, necesitamos aprender a “mirar” hacia dónde realmente vale la pena . Es dejar de estar pendientes, “dejar de mirar” la vida de otros , la que está detrás de las pantallas ¡que muy pocas veces es verdadera! A veces sólo anhelamos vivir sus vidas (¡lo que quieren que veas!) sin darnos cuenta de que solo son fuegos artificiales que deslumbran y opacan lo más bello, auténtico y apasionante que tienes frente a ti: tu propia vida y la de los que te rodean .
Vive tu vida, no la de otros. Pero tampoco permitas que otros la vivan por ti. Hay quienes viven mendigando aprobaciones, aferrándose a falsas seguridades, o intentado cumplir las expectativas que otros tienen sobre sus vidas. No eres un espectador, ni un títere de nadie ¡toca ser protagonista!
Podemos escoger entre dos actitudes: ver cómo pasa un barco delante nuestro, o subirnos a ese barco, coger el timón, y darle el rumbo hacia el que nos queremos dirigir. ¡Atrévete a vivir tu vida!
VIVE CON CALMA
Rápido, que no llegas, que pasa el bus, un café cortito… ¡Para! Respira… A veces pareciera que estamos más cómodos con la prisa, la velocidad, el no parar de hacer cosas. Levantarte y acostarte con listas de “pendientes” en tu cabeza.
Vivimos en un constante vértigo . Llenamos de actividades nuestro día a día… pero ¿todo lo que hacemos tiene verdaderamente un sentido? ¿Has “perdido” el tiempo para escuchar a un amigo? ¿Has desconectado de todo para conectar unos minutos contigo? Parar, detenerse, contemplar, mirar, escuchar, callar, disfrutar…
Piensa un momento: ¿Por qué no te detienes? ¿No puedes o… no quieres? Porque puede suceder que ese activismo se convierta en una verdadera zona de confort, siendo ese “no parar”, la mejor excusa para huir de nosotros mismos. No parar, puede significar un “huir del encuentro” ¡contigo mismo!
No olvides quién eres, qué quieres de la vida. El “hacer por hacer”, el vértigo y el frenesí con el que impregnamos el día a día, puede ser una huida hacia no sabemos dónde, una huida de aquello que quizás nos interpela en lo más profundo de nuestro interior.
¡Saborea la VIDA! Con serenidad, todo se disfruta más.
VIVE DANDO VIDA
“No necesitamos una vida cómoda, sino vivirla con un corazón enamorado”. Si lo piensas un momento, cuando vives apasionadamente tu realidad , tu vida, tu presente, con calma, saboreando cada instante… Esa pasión es una fuerza tan potente que no puede caber en nosotros mismos, necesita darse y entregarse .
Si logras verlo de ese modo… ¡Es tan sencillo! Es tener el coraje de salir de uno mismo (¡tu ombligo no es el centro del universo!), abrazar tu vida y la de otros en ese abrazo , ver la soledad del que está a tu lado (aunque a veces se empeñe en tapar heridas con falsos disfraces). Es zambullirse en la vida (y no solo surfearla), dejar que todo te afecte, que cada persona sea un nuevo descubrimiento para ti.
Como dice la canción “…vive derramando todo el vaso, que no haya gota que se salve…”. Vive dando vida , sal de ti, date a otros. Es la única ecuación en la que cuanto más repartes, ¡¡más tienes!!