"¿Qué quiero? ¿Qué busco? ¿Qué hago?"
Hablábamos hace poco de que es mejor ser salmón (nadar contra corriente) que camaleón (que se mimetiza con el ambiente). Pero es verdad que no es fácil vivir así. Y tú, ¿qué quieres? ¿Qué buscas? ¿Qué haces?
A veces es más difícil vivir así cuando salimos de nuestro ambiente habitual . Por ejemplo, en vacaciones. Quizá durante el año, a pesar del ambiente general, tengo un grupo de amigos que comparte mis valores (y eso me facilita ser coherente), pero en vacaciones pierdo ese apoyo, ese anclaje, y todo es más difícil. O quizá conservo ese grupo, pero en verano algunos amigos se transforman un poco, y me arrastran hacia conductas que normalmente no aceptaría. Esta situación es probablemente más difícil aún, porque si "lo hacen todos, incluidos los míos", me cuesta ver con claridad.
¿Cómo desarrollar la asertividad y la coherencia de vida?
Para acertar, hay que combinar dos elementos diferentes, pero muy relacionados: saber qué quiero/debo hacer, y hacerlo a pear de la presión.
El ambiente, antes de empujarme a hacer algo, puede hacerme pensar que está bien algo que no lo está. Quizá la teoría la tengo clara, pero, a la hora de concretar, me influyen las opiniones y conductas de los demás. Para evitar esto es bueno pensar, con antelación, qué cosas quiero o no quiero hacer. Decidir en el momento no ayuda: la inmediatez no es buena consejera. La recompensa inmediata suele ser muy poderosa.
Otro apoyo para discernir mejor es contar con alguien a quien pedir consejo. Afortunadamente la tecnología nos permite recurrir a un amigo, aunque esté lejos. Si veo que en las próximas semanas voy a enfrentarme a estos problemas, puedo comentarlo con un amigo con buen criterio. Le puedo pedir que me acompañe, aunque sea en la distancia; me puedo comprometer a contarle mis luchas, incluidas las victorias y las derrotas...
Pero, aun teniendo claro lo que quiero o no quiero hacer, la presión puede ser demasiado fuerte. ¿Cómo lidiar con ella?
Ser transparente y claro desde el principio va a evitarte futuras situaciones incómodas. Presentarte con naturalidad ante el nuevo ambiente, contando -cuando surja- tus formas de pensar, valores, etc… siempre va a ayudar. Simplemente, comentarles que hay cosas que te gusta hacer y otras que prefieres evitar. La mayoría de las veces, no hace falta explicarlo con palabras, tus gestos y actitudes hablan de ti.
En el peor de los casos, no les interesará acercarse a ti; y te ahorrarás estar con gente que no quería respetarte ni aceptarte, o por quienes te pudieras sentir juzgad@. Pero también puede ser que te lleves una sorpresa porque alguno de ellos piensa como tú, o busca vivir así pero no sabe cómo hacerlo. O quizá no piensan así, pero respetan tu valores y valentía. ¡Aprende a vivir cada situación como un tiempo de oportunidades! Con espíritu deportivo y con buen humor , siempre es posible crecer en fortaleza y autenticidad.
Por supuesto, si tienes fe, también te ayudará la oración y los sacramentos.