AMISTAD O ALGO MÁS
¿Somos amigos o “algo más”? ¿Son compatibles la amistad y el noviazgo? ¿Qué es enamorarse? ¿Perderé su amistad si me dice que no? ¿Cuándo dar el paso? Nos hemos besado, pero ¿qué somos? Comentamos estas y otras cuestiones relacionadas con nuestro TEMA DEL MES.
¿Qué relación hay entre amistad y salir con alguien?
A veces, vivimos situaciones en las que queriendo mucho a una persona y teniéndole un gran aprecio, no sabemos si la estamos queriendo como amigo/a o como algo más que eso. No es raro que esto te ocurra. La amistad y ese “algo más” no son compartimentos completamente separados, sino que ambas formas de querer comparten características como pueden ser: el conocimiento profundo de la otra persona, las ganas de pasar tiempo con ella, lo mucho que disfrutamos juntos…
Pero lo que aquí nos interesa es ver qué diferencia hay entre un tipo de amor y otro, para así poder identificar cómo estamos queriendo a la otra persona y tomar decisiones en consecuencia. Atracción física y deseo de exclusividad serían los dos parámetros a utilizar para distinguir amistad de “algo más", pues ambos son rasgos propios de un amor que va más allá de la amistad: que reclama una relación más profunda. Entre amigos no demandamos esa exclusividad que sí que buscamos en una relación de compromiso entre dos personas. Tampoco se da ese enamoramiento del otro que sí es propio de un querer como “algo más” a alguien.
Ahora bien, identificar que estamos queriendo a alguien como para “salir con esa persona” no implica descartar la amistad de nuestra relación. Es importantísimo cultivarla, tanto antes de ese “salir juntos” como después. Antes, porque es fundamental un conocimiento previo a esa decisión de salir. Después, porque ser “algo más” que amigos implica partir de una buena amistad para construir una relación más sólida e íntima, ¿cómo vamos a conseguir ese “algo más” si no cuidamos bien la base sobre la que se asienta, que es, una verdadera y fuerte amistad entre los dos?
En algunas ocasiones, de una amistad nace un salir juntos; y en otras, aparece un deseo de salir juntos sin que haya habido previa amistad. Ambas situaciones son normales, lo importante será cuidar la amistad en ese “salir juntos” vengáis de donde vengáis.
Características del enamoramiento
Aunque muchas veces se confunde el enamoramiento con el amor, hoy queremos aclarar las diferencias entre uno y otro. En términos cronológicos, lo común (aunque caben casos en que se dé una alteración en el orden) es que primero sientas atracción hacia una persona; un deseo inicial de querer acercarte, hablar con ella, descubrir cómo es, etc. Después, si te gusta lo que percibes, te enamorarás de esa persona. Y, con el tiempo y madurez de esa relación, llegaréis al amor propiamente dicho.
Pero lo que nos interesa en este post es detenernos en el enamoramiento. Debemos empezar apuntando que la atracción, el deseo y el enamoramiento son sentimientos que “te ocurren”, por eso decimos que son pasivos ; escapan de tu control, en tanto que no eliges sentirte atraída por una persona, simplemente descubres que empiezas a sentir esa atracción.
Además, no solo son sentimientos pasivos, sino que también son rápidamente cambiantes y pueden ser pasajeros. Se trata de un deseo que suele caracterizar la fase inicial de las relaciones románticas, pero que no perdura incesantemente a lo largo de la misma. Es normal que con el tiempo sientas como esas “mariposas en el estómago” van perdiendo intensidad, y también sería normal que volvieran -con mayor o menor intensidad- a lo largo de la relación porque, como explicamos, son sentimientos cambiantes que generan etapas de mayor sentimiento pasional que otras.
Otra característica del enamoramiento es que te empuja a querer estar todo el rato con la otra persona, te inquietas por verla, tienes ganas constantes de pasar tiempo juntos, etc. Incluso te nubla un poco la mirada en el sentido de que hace que tiendas a ver solamente cosas positivas en la persona de la que estás enamorada; no percibes fácilmente sus defectos… ¡Y ya sabes que todos tenemos defectos!
Pero esto no debe hacerte pensar que el enamoramiento es malo. En realidad es algo bueno, porque te ayuda a querer acercarte a alguien para conocerlo mejor. Puede ser la “ puerta de entrada ” a un posible amor duradero. Por eso debes alegrarte de estar enamorado/a.
Cuándo empezar a salir con alguien
Es natural que estando enamorado/a de alguien quieras estar más tiempo con esa persona, conocerla mejor. Y conforme eso vaya ocurriendo, que te plantees “salir con él/ella”. El objetivo de salir con alguien es, precisamente, comprobar si entre los dos podéis construir un proyecto de futuro apasionante, duradero; vuestro gran proyecto de futuro. Se trata de irse dando cuenta, juntos, de que queréis llegar al compromiso de unir vuestras vidas para siempre.
Algunos se preguntan cuándo es el mejor momento para proponerle a alguien “salir”. Hay quienes se plantean hacerlo inmediatamente después de darse cuenta de que esa persona les gusta, que les atrae. El problema es que si haces eso puedes acabar saliendo con personas que simplemente te gustan mucho, pero con quienes no compartes cosas que son importantes para ti. De manera que lo más probable es que termines “cortando” y podrías llegar a pasar de una relación a otra sin pensarlo mucho, afectándote negativamente esos cambios de pareja y decepciones subsiguientes.
Por el contrario, hay quienes quieren controlarlo todo y estar totalmente seguros antes de salir con alguien. Tienen miedo a equivocarse, a arriesgar demasiado, a tener que afrontar una posible futura ruptura, etc. Pero esta tampoco parece la mejor opción. Se sale con alguien precisamente para ir descubriendo que una relación puede tener futuro y llegar al compromiso vital del matrimonio. Por lo tanto, no es necesario tener una seguridad total antes de salir con esa persona, porque precisamente necesitáis salir juntos en diferentes situaciones antes de llegar a ese grado de seguridad.
Así, parece que la mejor opción es el término medio . Una vez que te gusta alguien y vas sintiendo que te enamoras de esa persona, antes de salir con ella como pareja, detente un poco a pensar si compartís un mínimo de principios y valores que para ti sean cruciales en la vida. Si es así, puede ser el momento de empezar a salir para conoceros mejor y ver si efectivamente aquello progresa y mejora para construir juntos una historia de amor sólido.
¿Y si pierdo su amistad?
No son pocas las personas que tienen miedo de decirle a alguien que le gusta por si pierden la amistad con él/ella. Se trata del miedo a que esa persona de la que se están enamorando no quiera pasar al nivel de “relación romántica”.
Es verdad que al proponerle a ese amigo o amiga tener con una relación más personal y romántica se pueden dar tres opciones : que empecéis a salir juntos y acabéis construyendo juntos ese proyecto de vida que tanto anhelas; que después de intentarlo un tiempo, veáis que no sois el uno para el otro o simplemente que no quiera salir contigo.
En los dos últimos casos, el temor es que la amistad termine enfriándose e incluso ya no sea posible ser amigos. Es verdad que al dar el paso de salir con alguien, siempre va a existir un cierto riesgo en este sentido, pero recuerda que estás apostando por algo grande , formar una pareja con esa persona que te gusta y de la que te estás enamorando. Lo que ambos os planteáis es más que “ser su amigo” “ser su amiga”.
Y aunque no siempre es fácil estar seguros de que la otra persona corresponderá a lo que tú sientes, “salir con alguien”, empezar una relación romántica, es el paso natural que suele dar una persona enamorada. De lo contrario, también corres el riesgo de “perder” a esa persona si otra acaba queriendo salir con ella.
Quien quiera estar muy seguro puede esperar un poco, pero tampoco es aconsejable hacerlo demasiado, especialmente si ya se da entre ambos una atracción/enamoramiento y compartís valores, principios, planes de futuro, modos de entender la vida, etc.
Cierto riesgo es inevitable . Si intentas salir con esa persona y no tienes éxito, o si, al intentarlo, ambos os dais cuenta de que no sois el uno para el otro y decidís cortar, afectándose también la amistad, piensa que de todas maneras la experiencia habrá valido la pena , que la vida sigue, que te habrá servido para aumentar tu madurez y que ya tendrás más oportunidades para conocer a otra persona que te corresponda.
Nos hemos besado, pero ¿qué somos?
“Es mi manera de decirle que me gusta” “Es la forma de empezar una relación” “Es para mostrarle cariño y confianza” “Es para disfrutar”. Estas y otras muchas respuestas son las que se dan ante la pregunta ¿qué significa para ti un beso? Piensa qué supone para ti y sigue leyendo porque este es un temazo.
La realidad es que la variedad de respuestas refleja los diferentes significados que para cada persona puede tener un beso; de manera que tú puedes estar dando un beso por una razón y la otra persona te lo puede estar dando por otra razón distinta. Y más aún, puede que tú se lo estés dando con un mensaje concreto y que la otra persona lo esté recibiendo creyendo qué significa otra cosa diferente. Por lo que parece que la cosa se va complicando, ¿no?
Muchas veces pensamos que es un simple beso y ya está. Y es así, puede no tener más, pero ¿y la de situaciones que has vivido en la que ella/él se ha pensado una cosa que no era? ¿Cuántas veces un amigo/a tuyo/a se creía que después de ese beso iba a ir más en serio la relación, pero no? O al revés, ¿cuántas veces un amigo/a tuyo/a ha dado un beso sin más intención que esa, y se ha visto envuelto/a en un lío tremendo porque la otra persona se creía que iba a nacer de ahí un compromiso mayor?
Aunque a veces lo neguemos, un beso sin contexto claro puede ser muy confuso , puede dar lugar a malos entendidos, desconcertar a la otra persona, etc. Por supuesto que hay situaciones en las que basta con un beso para entender que la otra persona te está diciendo “te he echado de menos”, “perdóname”, “te quiero” y, a veces, eso basta. Pero otras muchas no basta, es necesario aclarar primero una serie de cosas para no generar confusión.
En lo que se refiere a relaciones, algunas relaciones pueden empezar por un beso, pero no siempre; y tampoco es necesario que sea así. Lo importante es que ese beso no sea fruto de un dejarse llevar, improvisar, fluir, deslizarse … Sino que antes, durante y después del beso seáis transparentes, tengáis las cartas sobre la mesa y sepáis lo que significan vuestros gestos de cariño.